Policía amamanta a un bebé que lloraba porque tenía hambre y su foto se hace viral en redes sociales.

Celeste  Ayala es agente de la Policía Bonaerense de Argentina y esta semana una foto de ella amamantando a un bebé se volvió viral. Un acto común entre una madre y su hijo y que pasa desapercibida ahora fue la excepción porque Ayala vestía su uniforme de oficial y el bebé que alimentó no era su hijo.

La oficial estaba de servicio en el Hospital de Niños Sor María Ludovica de la Plata y escuchó que un bebé no paraba de llorar, su instinto de madre la llevó a pensar que el niño lloraba porque tenía hambre. Pidió permiso a las autoridades del hospital y lo alimentó.

“Estaba haciendo adicionales, ingresaron seis niños que habían sido separados de sus padres porque ellos estaban en total estado desmejorado, sucios. (…) Eran seis hermanos, el más chiquito tenía siete meses y no paraba de llorar”, contó la agente a un canal televisivo.

La foto que se hizo viral fue tomada por su compañero Marcos Heredia, quien la publicó en su perfil de Facebook.

https://www.facebook.com/photo.php?fbid=1222743864533901&set=a.342406292567667&type=3&theater

La publicación fue compartida más de 100 mil veces y tiene casi 300 comentarios en la red social. Medios locales e internacionales han entrevistado a la agente Ayala y usuarios la han felicitado por su acción.

La historia detrás de la foto

Ayala es madre de dos niñas, una de siete años y otra de 16 meses, a quien todavía amamanta. Asegura que ese día ella estaba haciendo horas extras para obtener un pago más alto a final de mes.

Aseguró que ese día, 14 de agosto, llegaron al hospital seis niños que habían sido separados de sus padres. Según Ayala, los infantes estaban en “total estado desmejorado, deterioro, sucios”, estaban desnutridos y fueron llevados para recibir atención médica.

Los menores de edad habían sido separados de sus padres porque ellos no tienen los recursos necesarios para garantizar la salud e integridad de los niños. Después de recibir atención médica los niños iban a ser llevados a hogares de protección. Las edades de los infantes están entre los 8 meses a los 9 años.

Tres de los niños se quedaron internados por su mal estado de salud, otros fueron trasladados a un hogar de resguardo. No obstante, falta que el juez decida si los niños volverán con la madre o cuál será su futuro.

Ayala lamentó la situación de los niños porque sabe lo importante que es una madre para ellos y es doloroso saber que están separados.

Aseguró que si el sistema se lo permitiera, ella adoptará al niño porque cuando lo estaba alimentando sintió como si fuera de ella.

“Cuando lo dejé y me tenía que ir porque ya había cumplido mi horario me fui con mucha tristeza”, dijo. Contó que fue imposible evitar que las lágrimas salieran de sus ojos al despedirse de él.

Con información de Infobae.

 

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